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martes, 5 de diciembre de 2017

TOCINILLO DEL CIELO - POSTRE ESPAÑOL

INGREDIENTES

Tocinillo

12 yemas
1 huevo entero

Almíbar flojo

250 ml de azúcar
200 ml de agua

Caramelo

120 grs de azúcar blanca
50 ml de agua
gotas de limón

PREPARACIÓN

Para preparar el tocinillo del cielo lo primero que hay que hacer es el almíbar flojo se lleva al fuego una cazuela con el agua y el azúcar dejar que hierva por 15 minutos para formar un almíbar flojo. Para saber el punto se levanta la cuchara y se deja caer lentamente en forma de hilo, si cae en gotas le falta un poquito de tiempo, debe caer en forma de hilo ininterrumpido.

Mezclar el huevo entero y las yemas con varillas para que no entre burbujas de aire, verter tibio el almíbar en forma de hilo sin dejar de mezclar por unos minutos hasta que todo se integre. Colar con un colador de malla fina sobre el molde caramelizado, se cubre con papel aluminio y se lleva al horno a 170°C por 40 minutos a baño de maría.

Dejar enfriar y llevar a la nevera cubierto con papel film, unas horas o toda la noche, desmoldar. Se puede hacer en moldes individuales y el tiempo en el horno será menos dependiendo del tamaño de los moldes.

El tocinillo del cielo es un postre elaborado con yemas de huevo y almíbar de color amarillo intenso debido a las yemas de los huevos de gallinas libres. Su origen es Jeréz de la Frontera, ciudad española situada en la provincia de Cádiz en la comunidad autónoma de Andalucia.

Su origen se remonta al año
1324, en aquella época se utilizaban claras de huevo para aclarar el vino y las yemas se repartían entre los trabajadores y se donaban a las monjas de clausura del convento del Espíritu Santo y para no desperdiciar la donación crearon éste postre.

Otra versión cuenta que en los archivos históricos de
la bodega de vinos González Byass en Jerez de la frontera en el libro de inventarios de 1837 dos años después de que Manuel María González Angel 1812 - 1887 fundara la empresa, se refiere a la compra que hizo de mil yemas de huevos por parte de las monjas que pagaban 50 reales vellón que equivalía a 25 céntimos de pesetas.

No siempre el tocinillo del cielo fue como se conoce en la actualidad, con el tiempo se fue mejorando la receta y quedó en forma de flan.

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