¿En que consiste la tendencia del café literario? Es algo que considero muy interesante, organizar reuniones para intercambiar ideas, charlar con amigos y por supuesto tomar un buen café.
El café literario es reciente en nuestro medio pero no es nada nuevo data de 1686 en París cuando el siciliano Francesco Procopio Dei Coltelli 1651- 1721 apodado por los franceses Procope, además de ser el padre del helado, abrió el primer café restaurante literario en París situado en el sesto distrito L' Rue de L'ancienne que era frecuentado por artístas e intelectuales de la época y que aún hoy más de 300 años despúés sigue abierto.
Cuenta la historia que allí los franceses Jean Le Rond D'Alembert 1717 - 1783 y Denis Diderot 1713 - 1784 escribieron L'encycclopédie dictionnaire des sciencies des arts et des métiers (diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios) entre los años 1751 y 1756. Y Benjamín Franklin 1706 - 1790 uno de los fundadores de Estados Unidos escribió la constitución americana.
En Bogotá y Medellín existen cafés, librerías y talleres literarios, son lugares para quienes disfrutan de una charla amena, de un buen café y por supuesto compartir con amigos en un espacio agradable, donde los asistentes tomando una taza de café se unen para compartir experiencias literarias.
Se puede tomar un café calientico o frío con deliciosos pasteles, además de una buena lectura en solitario si no quiere participar de la charla o conversar con otras personas si es eso lo que desea, pero también puede participar de charlas de expertos en varios temas, se habla de cine, versos, poesía, viajes, teatro para olvidar un poco las tabletas y los smartphones y comentar sobre la realidad de nuestra cotidianidad, algo que se ha perdido.
Para algunas personas y para otras no tanto es importante compartir cara a cara con alguien, tiene un valor diferente que se ha ido perdiendo a causa de la tecnología, es una experiencia muy agradable aún para aquellas personas que no son muy sociables, leer un libro y tomar un buen café me parece una de las mejores experiencias.
Al visitar éstos lugares deja abierta la posibilidad del debate entre amigos o espontáneos cuando se acercan al lugar personas que no se conocen pero que están interesadas en participar para adquirir conocimientos o simplemente para conversar, una practica que a veces se olvida en el afán diario en que la comunicación le pertenece a los celulares.
Y para cerrar el capitulo de los cafés literarios aunque es un tema muy interesante y siempre habrá algo que comentar, se recomienda las tertulias donde cada uno expresa diferentes opiniones, lo que hace muy atractivo el intercambio de ideas y de adquirir conocimientos.
En Bogotá hace unos años, existía El Circulo de Lectores del cual yo era una de las personas que asistía, no tomabamos café pero había intercambio de conocimientos, recomendaban libros e intercambios de algunos que fueran de nuestro interés, lamentablemente ya no existe.
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